El sarro dental, también conocido como cálculo o tártaro dental, aparece como consecuencia de la acumulación y endurecimiento de la placa bacteriana que se forma en el borde de las encías y dientes. Suele ser de color amarillento o marrón, sobre todo en los casos de acumulación de sarro más severa.

Los restos de alimentos junto con las bacterias que tenemos en la boca originan la placa bacteriana o dental que, si no se tiene una adecuada higiene, acaba formando el sarro. El sarro, por tanto, es una sustancia dura y más difícil de eliminar que la placa bacteriana. Aprendamos cómo prevenir y eliminar el sarro.

El sarro, además de afectar a la estética de la boca, puede causar diferentes afecciones bucodentales. Las más comunes son:

  • Enfermedades periodontales relacionadas con la irritación e inflamación de las encías, como la gingivitisy la periodontitis.
  • Caries dentales, que puede dañar el esmalte dental y, en el peor de los casos, provocar la pérdida de piezas dentales.
  • Mal aliento o halitosis por los restos de alimentos que conforman la placa bacteriana.

El primer paso, la prevención

Para prevenir la formación de sarro y reducir lo máximo posible la placa bacteriana es imprescindible una correcta higiene bucodental, mediante un adecuado cepillado de dientes después de cada comida, siempre que sea posible.

Cada persona requiere una pasta específica que ayude a controlar y mejorar su higiene. No debemos olvidar la necesidad del uso de los métodos complementarios, como son el uso del hilo dental y colutorios, los cuales no son sustitutos del cepillo, si no que lo complementan.

Cómo eliminar el sarro

Una vez que el sarro se ha depositado en los dientes, solo el dentista podrá retirarlo. Se trata de un proceso en el que el higienista utiliza instrumentos especiales con los que retira el sarro que se encuentra adherido a  los dientes o debajo de la línea de las encías.

Principalmente, existen dos técnicas:

✓    Profilaxis dental profesional

Se trata de la tradicional higiene dental profesional o limpieza de boca. Consiste en la eliminación de las bacterias que se acumulan en nuestros dientes y encías.

Aunque es un proceso indoloro para el paciente, puede resultar algo molesto y, en ocasiones, puede aparecer cierta sensibilidad dental que desaparece en minutos u horas.

✓    Raspado o alisado radicular

En ocasiones, la higiene profesional no es suficiente para eliminar todo el sarro dental. Si se acumula debajo de la línea de la encía, hay riesgo de que el paciente acabe padeciendo periodontitis. Entonces, será necesario realizar un tratamiento llamado raspado o alisado radicular, también conocido como curetaje dental, que logra eliminar las bacterias que se acumulan, tanto por encima como por debajo de las encías.

Este tratamiento se realiza mediante un procedimiento de limpieza por ultrasonidos, combinado con el uso de unos instrumentos conocidos como curetas, que permiten limpiar el tejido situado por debajo de las encías.

Durante el tratamiento, practicado con una suave anestesia local, el paciente no sufre molestia alguna. Después, el paciente puede sentir cierta sensibilidad e incluso dolor, que desaparecerá a las pocas horas o días.

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